El adobo fue un avance de gran importancia histórica ya que modificó la forma de pensar de los
mercaderes. La posibilidad de mantener la carne en una óptima condición para ser consumida provocó
que los
adobos
formaran parte del recetario de las expediciones que partían en misiones de larga duración. Las
naves españolas que desembarcaron en América dieron a conocer este caldo a los indígenas. Con el
paso de los siglos, los pueblos autóctonos asimilaron esta tradición y, a día de hoy, sigue siendo
muy popular el
adobo de carnes
y pescados en países como Perú, Chile o Méjico.
Las incursiones de los españoles a través del Océano Pacífico les llevaron a la
Isla de Cebú. Fue principios del siglo XVI, cuando Fernando de Magallanes y Juan Sebastián
Elcano aterrizaron en esta isla, donde encontraron gran resistencia por parte de los nativos. La
expedición fue un fracaso por el hambre y por la animadversión local. No fue hasta 1565 cuando los
españoles, capitaneados por Legazpi, tomaron posesión oficial de Cebú y otras islas, como Leyte y
Samar. Las llamaron Islas Filipinas en honor a Felipe II.
Pese a que se considera al adobo como una invención española según dicta la
historia del adobo
convencional, hay algunas fuentes alternativas que cuestionan su origen. Son muchos los que
defienden que los filipinos ya conocían la técnica del adobado antes de la llegada de
Magallanes y Elcano. Lo que sí es seguro es que sumergían carne, pescado y verduras en una mezcla
de sal y vinagre. Esta mezcla se utilizaba exclusivamente para conservar los alimentos para
protegerlos de las altas temperaturas. Lo que sí queda fuera de cualquier duda es que el actual
adobo filipino bebe directamente del adobo castellano.
El adobo filipino se puede considerar como el más importante de los platos
típicos de Filipinas. Es el buque insignia de la gastronomía de estas islas, que aplica la técnica
del adobo a carnes, pescados y verduras, aunque el guiso más popular es el pollo. El
adobo filipino
es una mezcla de influencias: por un lado tiene la herencia española, que aportó, se supone, el
adobo en sí. Por otro lado está la influencia oriental; las relaciones comerciales con China y la
ocupación japonesa durante la Segunda Guerra Mundial aportaron ingredientes como la soja y el
jengibre. Actualmente el adobo filipino está presente en platos de cerdo, calamares, espinacas e
incluso en preparaciones con plátano. Ingredientes como la leche de coco, el chile y el vinagre de
arroz son también productos comunes en los
adobos filipinos,
que también sirven para aderezar ensaladas, sándwiches y pastas.
Adobo filipino de pollo
A continuación les mostramos una receta adobo filipino de pollo, un plato básico
en la gastronomía filipina.
Ingredientes del adobo filipino de pollo
- Un pollo deshuesado.
- Una cabeza de ajos.
- Pimienta.
- Una taza de salsa de soja.
- Una taza de vinagre (normal o de arroz).
- Laurel.
- Jengibre fresco o en polvo.
- Aceite de oliva, de sésamo ó de uva.
- Un pellizco de sal.
Preparación del adobo filipino de pollo
Introduce el pollo deshuesado en un recipiente apropiado (una fuente o un bol) y
condiméntalo con los ajos machacados, la hoja de laurel, la pimienta (machacada o en polvo), y el
jengibre.
Mezcla y deja reposar la carne de treinta minutos a una hora. Pasado este
tiempo, vierte sobre el pollo una taza de soja y la misma cantidad de vinagre (se suele utilizar el
vinagre de arroz aunque pero puedes usar el que más te guste).
Cubre el bol con papel film y déjala macerar en la nevera durante, al menos, dos
horas. Lo ideal es que el pollo esté en contacto con el adobo filipino durante cuarenta y ocho
horas, y que se remueva la mezcla cada media hora.
Mientras la carne se adoba, pon agua a hervir con abundante sal. Añade arroz y
cocina durante quince o diecisiete minutos. Refréscalo con agua para que no se apelmace y deja que
escurra.
Escurre el pollo del
adobo
y ponlo a cocer en agua hirviendo durante cuarenta y cinco minutos.
Saltea el arroz con un poco de aceite de sésamo o de uva y sírvelo con el pollo
cocido. Si fuese necesario, condimenta el adobo filipino de pollo con más salsa de soja.